LAS LUNAS DE SARTRE

La piedra que controla la magia de las lunas ha desaparecido y la reina de Sartre está dispuesta a todo para recuperarla.

Rhea es una ladrona que vive en la zona subterránea de la ciudad de Sartre, y ve en la desaparición de la piedra su única oportunidad para dejar atrás todos sus problemas y abandonar un sistema en el que no consigue encajar.

Sigrid carga con las decisiones de otros y vive aferrada a un pasado inmutable. Es una guardiana solitaria que decide romper las reglas por primera vez para embarcarse en una búsqueda desesperada y así probar su valía. Para conseguir ganarse su lugar en Sartre, las dos se embarcarán en una misión que pondrá en riesgo no solo el equilibrio de una poderosa magia, sino también el futuro de la metrópolis y los planes de la reina dragón.

Las lunas de Sartre es la primera obra de Vanessa R. Migliore que cae en mis manos. Junto con Editorial Hidra, Vanessa nos presenta una novela juvenil de fantasía narrada por sus propias protagonistas. Ha sido todo un descubrimiento para mí ya que ha sabido mantener un ritmo ágil durante toda la novela consiguiendo que mantuviese la atención en cada momento a lo largo de casi seiscientas páginas. Los personajes están muy bien trabajados, tienen un carácter propio, carisma y credibilidad; iremos, poco a poco, descubriendo sus historias, miedos y motivaciones.

La ambientación está muy cuidada. Vanessa nos presenta una ciudad dividida en clases sociales donde a los pobres no solo se les niegan derechos, sino que, además, se los obliga a vivir bajo tierra y se les prohíbe ir a la superficie. A esta parte oculta de la ciudad se la conoce como Los Pozos y es donde dará comienzo nuestra historia. En contraste, se nos presenta la metrópolis Sartre como una ciudad opulenta y lujosa donde los ricos viven cómodamente y pueden disfrutar de la vida bajo la luz del sol.

En cuanto a los personajes, empezaremos con Rhea, nuestra primera protagonista. Una menuda pero feroz joven que busca encontrar su lugar en un mundo que le ha dado la espalda. Tiene mucho que demostrarle a la ciudad que la marcó y encuentra su oportunidad cuando desaparece la piedra del dragón. A lo largo de la historia la veremos abandonar su egoísmo (más que justificado) y su desconfianza, la veremos derribar las barreras que la apartan del mundo.

Nuestra segunda protagonista, Sigrid, es una joven guardiana que, pese a pertenecer a la clase privilegiada, sufre la indiferencia y el menosprecio de sus compañeras y superiores. Arrastra el castigo de un pecado que no cometió y desea demostrar a todo Sartre y a sí misma de qué es capaz. Encontrar la piedra se convertirá en su pasaporte hacia el honor y el reconocimiento.

‘’Esperas que la gente vea algo en ti, que te acepten, pero la única que no logra aceptarse eres tú misma. Cuando seas capaz de reconocer tu valor, entenderás que lo que el mundo diga o piense de ti no es importante.’’

El tercer personaje protagonista, o al menos para mí lo ha sido, es Koruba. Es la única persona en Sartre con una influencia capaz de hacerla comunicarse con los muertos. Será una pieza clave en la historia, siendo un pilar fundamental en la vida de Rhea.

Hay más personajes maravillosos como son Florence, Navid y Radiyya, pero dejaré que seáis vosotros quien los descubráis para evitar caer en el spoiler.

Como curiosidad, contaros que lo primero que me llamó la atención del libro fue el nombre de la metrópolis: Sartre. Para las que no os suene, Jean-Paul Sartre fue un filósofo francés del s.XX conocido por ser uno de los principales representantes del existencialismo. Y me diréis, ¿qué tiene que ver ese señor con la obra de Vanessa? Pues mucho, os cuento:

La filosofía existencialista da sentido a la vida de cada ser humano sin tener en cuenta sus creencias, toda persona es libre y responsable de sus actos. La ética existencialista reconoce una libertad fundamental del individuo que lo proyecta hacia el futuro, rechazando los prejuicios que corresponden a los valores y convencionalismos que tradicionalmente nos han inculcado. Dice Sartre: “El hombre es el único ser en la naturaleza que no sólo es tal como él se quiere, sino también como él se concibe después de existir… No es otra cosa que lo que él se hace. Es éste el primer principio del existencialismo”.

Jean-Paul Sartre

Rhea y Sigrid habían asumido que no eran dueñas de sí mismas, estaban atadas por unos valores que no les eran propios y en un momento de existencia plena, deciden romper con ellos y lanzarse al mundo. Afirma Sartre que cuando hemos aprendido que somos los dueños de nuestra libertad, nos liberamos y nos realizamos como seres humanos, siendo esta nuestra esencia. Nunca somos algo fijo y acabado, somos un continuo flujo de metas y planes de futuro y aquellos que vamos consiguiendo son los que nos hacen ser las personas que somos.

Las protagonistas de esta historia deciden romper lo establecido y coger las riendas de su propia vida, y esto, queridas y queridos, es la realización del ser, empezar a ser para sí y dejar de ser un engranaje más del sistema. Espero no haberos resultado un tostón, pero ya sabéis que, si encuentro algún rastro de filosofía en un libro, me siento en la obligación de haceros partícipes.

En general, Las lunas de Sartre me ha parecido un libro muy interesante, con un trasfondo muy enriquecedor y con una crítica social potente. Muchos de los problemas sociales que encontramos en Sartre, podemos verlos a nuestro alrededor. En cierta manera, el libro despierta la conciencia sobre los problemas actuales de nuestra sociedad. Me ha gustado especialmente la naturalidad con la que trata las diferentes orientaciones sexuales y como sin ser empalagoso, ha conseguido desarrollar dos historias de amor completamente distintas que, sin ser especialmente relevantes para el desarrollo de la trama, le dan calidez a la historia y a los personajes.

Sin duda repetiré con esta autora, recomiendo Las lunas de Sartre a todas las personas que gusten de la literatura fantástica, de una visión crítica de la sociedad y de una buena dosis de aventuras ¡Nos leemos pronto!