SAGA ACOTAR (Parte I): UNA CORTE DE ROSAS Y ESPINAS

Feyre está desesperada, su vida y la de su familia dependen de ella. Enfrentada al hambre más absoluto, no dudará en ir al bosque prohibido y matar si es necesario. Pero su osadía la convierte en prisionera del misterioso Tamlin, quien a pesar de su aparente frialdad la hará descubrir una ardiente pasión que marcará su destino. Lejos de su familia y su mundo, Feyre tendrá que tomar una decisión capital para salvar todo lo que ama.

Voy a comenzar esta reseña poniéndoos en antecedentes para aquellas y aquellos que no me conozcáis todavía. Hace poco descubrí el Grishaverse de Leigh Bardugo y tuve mucho hype. Bueno, pues ese hype (discúlpame por esto, Nikolai) no es nada comparado con el que tengo ahora mismo con la saga ACOTAR. Sarah J. Maas ha conseguido encandilarme y atraparme en una intrincada red de Cortes, monstruos, magia y villanos carismáticos.

Una Corte de rosas y espinas es un retelling de la archiconocida La Bella y la Bestia que afortunadamente nos introduce en un mundo mucho más salvaje, épico y despiadado. La autora ha creado un mundo original y coherente para desarrollar y contar su historia, y lo hace tan bien, que aun sospechando lo que va a pasar, vives cada momento, lo sufres y lo disfrutas.

La historia se desarrolla en un mundo dividido entre Prythian, dónde viven los fae, una raza inmortal; el mundo humano, no muy distinto al nuestro e Hybern, un territorio también de inmortales, pero mucho más peligroso que el de los fae. El territorio que más nos interesará conocer será Prythian, puesto que ahí se desarrolla la mayor parte de la historia. Esta zona está dividida a su vez por cortes: Corte Primavera, Corte Otoño, Corte Invierno, Corte Verano, Corte Día, Corte Noche y Corte Amanecer.

Mapa del territorio donde se desarrolla la Saga ACOTAR

La trama gira sobre el personaje de Feyre, una humana de 19 años que se gana la vida cazando para mantener a su familia. Pese a ser la menor de las hermanas de una familia de comerciantes caída en desgracia, trabajó muy duro para mantener la promesa que le hizo a su madre. Sale cada día a cazar para poder vender las pieles y subsistir, pero cada vez hay menos que cazar. En medio de un duro invierno, se adentra en el bosque persiguiendo un ciervo, pero lo que encuentra es un lobo al que mata sin saber que es un fae de Prythian. De esta manera comenzará la trama del libro puesto que está escrito que una vida debe compensarse con otra y Tamlin, el alto lord de la Corte Primavera, reclamará la vida de Feyre como pago.

Esta primera parte de la trama me resultó algo pesada, aunque tiene un ritmo de lectura muy rápido, al sospechar lo que va a pasar, estos acontecimientos se hacen eternos. Encontraremos muchos fragmentos en los que solo leeremos aquello que piensa Feyre, aunque es cierto que te ayudan a conformarte una idea sobre la protagonista y sobre su visión del mundo. Encontré bastante entretenido, eso sí, los primeros contactos de Feyre y Tamlin, ya que él normaliza una serie de aspectos en cuanto a las clases que para Feyre son, en muchas ocasiones, insultantes.

Hablando de los personajes, empezaré por Feyre, la protagonista, una joven de 19 años con la que empatizaremos enseguida por la dura vida que lleva y lo mal que la trata su familia. Es una joven fuerte e independiente cuyo único deseo es poder pasar su vida tranquilamente pintando, que es su gran pasión. Me resulta divertido que, al contrario que Bella que era una lectora empedernida, Feyre es analfabeta, pero adora el arte. Conforme avanza la novela, veremos a Feyre perder esa esencia empoderada e independiente y en ocasiones, la veremos dejarse llevar, aceptar no ser dueña de sí misma y dudar de sus capacidades.

‘Quería decirle lo mucho que significaba eso para mí…, que el alto lord de la Corte Primavera pensara que valía la pena salvarme a mí, pero no encontraba las palabras’

En segundo lugar, Tamlin. No me cae bien este personaje, desde el principio del libro lo encuentro como un joven (dentro de lo jóvenes que pueden ser los fae) acomodado que pese a guardar un oscuro secreto, se encanta a sí mismo. Me carga su actitud de víctima en algunos momentos de la historia y su carácter posesivo e infantil. No me pasa lo mismo con Lucien, su mejor amigo, un personaje que pese a estar a la sombra del alto lord de la Corte Primavera, tiene mucho más que aportar y me resulta mucho más carismático e interesante.

‘No, no quiero que vivas en otra parte. Te quiero aquí, donde puedo cuidarte…, dónde puedo volver a casa y saber que estás aquí, pintando, segura’

Y, por último, Rhysand que, si digo que me encanta, creo que sería quedarme corta. Me he enamorado muy fuerte de este personaje. Su forma de ser y actuar nos lleva a callejones ambiguos en los que no sabremos si es bueno, malo o simplemente hace lo que le apetece cuando le apetece. Da y coge a placer, no pide permiso y no sabes muy bien qué esperar de él, ahí reside su gracia. Es un personaje tan bien construido, que desde que lo conoces solo quieres saber más de él. Podría contaros mucho más, pero lo guardaré para la reseña de Una Corte de Niebla y Furia.

‘Alégrate de tu corazón humano Feyre, deberías sentir lástima de aquellos que no sienten nada en absoluto’

Para concluir, aunque parece que la historia de nuestros protagonistas termina y que podría cerrarse ahí, encontraremos varios cabos sueltos que serán el caldo de cultivo para la segunda parte de esta saga. Y, en fin, no puedo deciros mucho más porque caería en el spoiler y es un libro que debéis disfrutar completamente. Yo lo he hecho y espero haberos trasladado al menos una chispa de curiosidad del fuego que Sarah J. Maas ha creado en mi con esta saga. Espero vuestras impresiones si lo leéis, ¡nos leemos pronto!