UN TRABAJO MUY SUCIO
Charlie Asher es el joven dueño de un edificio en la ciudad de San Francisco, tiene una tienda de objetos de segunda mano que lleva junto con dos empleados, Lily, una adolescente gótica con gusto por lo sobrenatural y Ray, un policía retirado al que le encantan las maduritas asiáticas. Charlie está casado con Rachel, el amor de su vida, la única chica guapa e inteligente que se enamoró de él por ser normal, o todo lo normal que un “macho beta” puede llegar a ser. A Charlie le sonríe la vida hasta el día que nace Sophie, su hija. Justo cuando se dispone a irse a casa tras una larga noche de hospital, ve junto a la cama de su mujer a un extraño alto, negro y con un traje verde menta que asegura que no debería poder verle, pero Charlie lo ve. Desde ese momento comienzan a suceder cosas muy raras: la gente cae muerta a su alrededor, le acechan cuervos gigantes que se posan en el tejado de su edificio y unas extrañas criaturas le insultan desde las alcantarillas. Efectivamente,